Hace poco más de un año, Fidel Inzunza no se sentía muy optimista respecto a su futuro en la pesca. Con más de 30 años trabajando en el mar como pescador, Fidel ha vivido las épocas más prósperas y más difíciles de la pesca en el Sistema Lagunar de Altata- Ensenada del Pabellón, Sinaloa. En “la época de bonanza”, como le llama Fidel, el ingreso proveniente de una temporada de pesca le permitía comprar una camioneta nueva o llevar a toda su familia de vacaciones al famoso Carnaval de Mazatlán. “Esos eran buenos tiempos”, recuerda Fidel con nostalgia. Hoy, su ingreso se ha reducido a un tercio de lo que era, sin embargo, no está listo para abandonar la pesca. “¡Esta es mi vida, el corazón de mi comunidad! Es más, si yo volviera a nacer ¡volvería a ser pescador! La única diferencia es que haría las cosas con más responsabilidad”, asegura.
Desafortunadamente, Fidel no puede regresar en el tiempo a aquella época de bonanza, sin embargo, tiene la esperanza de que con las lecciones aprendidas del pasado, se puede construir un mejor futuro para su comunidad y para él. Es por eso que Fidel, junto con otros pescadores del Sistema Lagunar de Altata-Ensenada del Pabellón, están trabajando de la mano con autoridades de pesca federales como INAPESCA y CONAPESCA, el gobierno del estado de Sinaloa y organizaciones de la sociedad civil, como EDF de México, para recuperar y conservar una de las pesquerías más importantes de la región: la almeja chocolata.
La almeja chocolata (Megapitaria aurantiaca), nombrada así por el color de su concha, es uno de los bivalvos de mayor tamaño en la costa de Sinaloa, así como una de las pesquerías más importantes del Sistema Lagunar por su relevancia social y económica. La almeja chocolata ha sido sustento de cientos de familias durante la temporada de “piojo”, es decir, durante el periodo de veda del camarón, la principal pesquería de la región.Hoy en día, la almeja chocolata se ha convertido en uno de los mariscos más populares entre los amantes de la comida en la región. El brillante color de su carne y su sabor particular ha incrementado su popularidad, convirtiéndola en una de las pesquerías con más ganancias en la zona. Sin embargo, esta creciente demanda y la falta de medidas de manejo, han disminuido la población de almeja chocolata en un 92% entre los años de 2006 a 2014.
Para recuperar a la almeja chocolata, varios pescadores del Sistema Lagunar de Altata-Ensenada del Pabellón, pidieron al Instituto Nacional de Pesca y Acuacultura (INAPESCA) establecer una zona de refugio, la cual fue recientemente publicada por el Diario Oficial de la Federación. Esta zona de refugio comprende una superficie de 1.6 hectáreas, el equivalente a dos campos de futbol. La intención de esta herramienta de manejo es proteger a las almejas chocolata que estén dentro de ella, así como a otros bivalvos que habitan en el sistema lagunar, de tal manera que puedan incrementar su reproducción y repoblar las zonas de pesca aledañas al refugio.
Esta zona de refugio esa una herramienta propuesta en un plan de manejo elaborado por el equipo de EDF de México en cercana colaboración con las comunidades pesqueras, investigadores del INAPESCA, funcionarios de CONAPESCA, Gobierno del estado de Sinaloa y organizaciones de la sociedad civil.
Si bien la publicación de este plan de manejo aún está pendiente por parte del Instituto Nacional de Pesca y Acuacultura, este es un plan único en Sinaloa, el segundo estado con mayor producción en México. Su enfoque multiespecífico contempla el manejo simultáneo de cinco recursos pesqueros de gran importancia para la región, como almejas y ostiones, escama, jaiba y camarón. Cabe destacar que este plan fue realizado utilizando la mejor información científica disponible, obtenida a través de muestreos históricos, monitoreos pesqueros en el sistema lagunar y evaluaciones socio-económicas; además, se apoyó en el uso de sistemas de información geográfica para delimitar el perímetro de la zona de refugio. La generación y recopilación de esta información fue llevada a cabo diligentemente por el INAPESCA, en colaboración con EDF de México, Pronatura-Noroeste e instituciones académicas tanto nacionales como regionales.
Sin embargo, lo más relevante de este plan de manejo es su diseño incluyente participativo. En la elaboración del plan, participaron activamente pescadores de la región, autoridades de pesca estatales y federales, académicos y organizaciones de la sociedad civil. En ese sentido, el anuncio de la zona de refugio es una prueba fehaciente del poder que tiene la colaboración, así como de la importancia de involucrar a las comunidades en la búsqueda de soluciones de manejo para asegurar una pesca sustentable.
En EDF de México consideramos que el empoderamiento y participación de los hombres y mujeres de Altata-Ensenada del Pabellón en las decisiones de manejo de sus pesquerías ha sido clave para avanzar hacia una pesca más sustentable en el Sistema Lagunar, pues como dice Fidel, la pesca es su vida. “A lo mejor hoy no tengo tanto como antes”, admite Fidel, “Pero hoy tengo algo mejor, la oportunidad de crear un legado para mi comunidad: Un sistema lagunar lleno de vida, donde mis hijos y mis nietos puedan sentirse orgullosos de ser de Altata-Ensenada del Pabellón y disfrutar de todo lo que este lugar nos da”.
En EDF de México, nos sentimos contentos y honrados de poder contribuir a este legado. Por esa razón, continuaremos trabajando junto con las comunidades de Altata-Ensenada del Pabellón y las autoridades de pesca estatales y federales para ayudar a asegurar un mejor futuro para la pesca en el Sistema Lagunar.