“El mar representa todo para mí. Es mi casa, mi familia, mi futuro” afirma Rey Gutiérrez al hablar sobre su trabajo como pescador. “De hecho –confiesa- yo supe que quería ser buzo desde que tenía 6 años, cuando estaba recolectando pulpos a bajamar y de repente vi salir del agua a un grupo de buzos. Yo en ese momento dije “un día voy a ser buzo, no nada más para pescar, sino para ver todo lo que hay ahí adentro” y ha sido de las mejores decisiones de mi vida”, dice Rey mientras muestra orgulloso un dije de buzo que le ha acompañado ya varios años en su faena bajo del mar.
Rey se ha dedicado a la pesca como buzo por más de 15 años en Puerto Lobos, Caborca, Sonora –es la herencia que su padre le ha dejado y la que le gustaría dejar a su familia. Pero además de buzo, Rey es un cocinero extraordinario que disfruta preparando deliciosos platillos a su familia y amigos, y que se siente orgulloso de poder llevar un pedazo de esa felicidad a la mesa de miles de mexicanos. “Ser buzo o pescador no es fácil, es un trabajo tan duro como digno, y cuando tengo la oportunidad de ver mi esfuerzo reflejado en la sonrisa de mi familia o de alguien más cuando come algún producto del mar que yo saqué, siento que valió la pena.”
Actualmente, la pesca en México alimenta a miles de mexicanos tanto en la costa, como en las ciudades. De acuerdo con la Comisión Nacional de Pesca y Acuacultura, los mexicanos consumimos más de 13 kilos pescados y mariscos por persona al año y en los últimos cuatro años ese porcentaje se incrementó en más de 30%. Esta cifra se vuelve particularmente relevante para comunidades de pesca ribereña, donde la actividad pesquera es una de las principales actividades económicas y fuente de proteína para sus habitantes.
Para Rey, el futuro de la pesca y de la alimentación en México depende de tres cosas principalmente: tener sistemas de manejo sustentables; comunidades pesqueras fuertes y sanas, donde la pesca genere beneficios para quienes llevan años trabajando en el mar y cuidando sus recursos; y consumidores conscientes de todo el trabajo que hay detrás de lo que llega a sus mesas.
Por esas razones, ha impulsado junto con un grupo de pescadores la formación de un corredor biológico entre las comunidades de Puerto Lobos a Puerto Peñasco, para que entre todos puedan ponerse de acuerdo y dar un manejo sustentable a sus recursos comunes, así como distribuir de manera más equitativa los beneficios que genera la pesca.
Al mismo tiempo, se ha dedicado a informar a todas las personas con las que platica sobre la importancia de apoyar a los productores locales, a los que llevan años de trabajo en el mar y que buscan hacerlo de manera sustentable, porque “cuando sabes todo el trabajo que hay detrás de lo que comes, siempre te sabe mucho mejor,” asegura.
Siguiendo su ejemplo, el día de hoy, Día Mundial de la Alimentación, en EDF de México queremos expresar nuestra gratitud y reconocimiento a todas las personas que como Rey trabajan con amor y compromiso para llevar a la mesa de los mexicanos alimento de calidad. Estamos convencidos de que juntos –pescadores, autoridades, consumidores, científicos y sociedad civil- podremos lograr que nuestros mares contribuyan a garantizar la seguridad alimentaria del país y hacer del Hambre Cero una realidad, mientras mejoramos el modo de vida de las comunidades que trabajan por una pesca sustentable.
En nuestro país, uno de cada cuatro kilos de pescados y mariscos ya cuenta con alguna certificación de sustentabilidad y decenas de comunidades pesqueras buscan mejorar sus prácticas para ser más responsables. Apoyemos estos esfuerzos, volteemos a ver al mar y procuremos comprar productos nacionales, locales y de productores que por años han dedicado a cuidar la actividad pesquera y, con ello, aseguran un mejor futuro para sus comunidades y para todos nosotros que comemos del mar.