La Ciudad de México es conocida en todo el mundo por su cultura y su rica historia, pero también por su combate contra la contaminación del aire. En este sentido, la información proporcionada por el avanzado sistema de referencia para el monitoreo de la calidad del aire con el que cuenta la ciudad ha sido crucial para desencadenar acciones que han mejorado de manera significativa la calidad del aire durante los últimos treinta años.
Sin embargo, este sistema revela que todavía hay picos estacionales con altos niveles de contaminación y que las tendencias de mejora de la calidad del aire se desaceleraron durante la última década. A finales de 2019, la Comisión Ambiental de la Megalópolis anunció nuevas medidas oficiales para la reducción de la contaminación del aire, una de ellas, centrada en la innovación tecnológica.
Por ello, en septiembre pasado participé con las autoridades ambientales del Gobierno de la Ciudad de México, el Gobierno del Estado de México, la Comisión Ambiental de la Megalópolis y la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales, en el lanzamiento de un grupo de trabajo y un esfuerzo colaborativo dirigido a diseñar una metodología para una prueba de concepto de sistema de monitoreo de la calidad del aire hiperlocal en la capital mexicana que complemente la red de monitoreo que ya existe en la ciudad para catalizar acciones innovadoras de mejora de la calidad del aire.
La importancia del monitoreo hiperlocal
Nuevas investigaciones internacionales han demostrado que la contaminación del aire varía a nivel de calle e impacta de forma distinta a las familias, incluso de una cuadra a otra. Ciudades de todo el mundo, incluidas Londres, Beijing, Los Ángeles y Medellín, han utilizado con éxito microsensores para monitorear la calidad del aire. De esta forma, los expertos cuentan con más datos, mayor conocimiento y capacidades para localizar y priorizar las áreas clave donde se requiere acción inmediata para mitigar la contaminación del aire.
Así pues, el monitoreo hiperlocal proporciona evidencia decisiva para la adopción de acciones reduzcan la contaminación del aire, ayudando también al diseño de intervenciones e inversiones transformadoras en sectores clave como el transporte, el uso del suelo y la infraestructura. En última instancia, estos datos empoderan a las comunidades para reducir su exposición a los contaminantes y fomentan soluciones localizadas para proteger la salud pública, reducir las inequidades en la salud y buscar acercarnos a la justicia ambiental.
Un paso adelante para hacer visible lo invisible
Este mes de junio, nuestro grupo de trabajo lanzó una propuesta de metodología para diseñar e implementar un sistema de monitoreo de la calidad del aire a nivel comunitario en un área de 19 km2 en la parte norte de la Ciudad de México. El área de estudio fue seleccionada explícitamente por la coexistencia de una combinación de importantes fuentes de contaminación (instalaciones industriales, centrales de transportey vías principales vehículos de carga y pasajeros) con grupos vulnerables expuestos a la contaminación del aire en múltiples hospitales, escuelas, parques y centros deportivos, en un área con alta densidad poblacional y con diversas circunstancias socioeconómicos.
La metodología se ha basado en un análisis sólido del contexto y las condiciones locales en la Ciudad de México, apoyándose en la mejor información disponible sobre tecnologías hiperlocales y las mejores prácticas disponibles en este campo. En particular, se ha basado en la experiencia de EDF en proyectos similares en todo el mundo, el conocimiento de especialistas nacionales e internacionales, así como en recomendaciones y herramientas para el diseño de redes de monitoreo de calidad del aire hiperlocales para impulsar soluciones de aire limpio, tal y como se describe en nuestro documento Hacer visible lo invisible: Una guía para mapear la contaminación del aire hiperlocal para impulsar acciones de aire limpio, así como en las guías del proyecto Breathe London Blueprint.
Es importante destacar que la metodología incluyó un amplio proceso participativo que involucró a expertos de las principales universidades y centros de investigación, organizaciones de la sociedad civil, instituciones internacionales de desarrollo y agencias gubernamentales, lo que aseguró que el diseño y el enfoque de la red de calidad del aire hiperlocal se basara en la sólida experiencia mexicana sobre la gestión integral de la calidad del aire.
¿Qué sigue?
Con base en el diseño de la prueba de concepto, el gobierno de la Ciudad de México preparará la implementación de la primera fase. Ésta consiste en, primero, una evaluación del desempeño de las opciones tecnológicas necesarias para ejecutar el monitoreo híperlocal y, segundo, en el desarrollo de las capacidades institucionales necesarias para la operación, mantenimiento, manejo de datos y comunicaciones de este sistema de monitoreo.
Al mirar hacia el futuro, es fundamental contar con estos datos para mejorar las capacidades institucionales, generar apoyo comunitario y diseñar políticas públicas basadas en evidencia, que apoyen en la reducción drástica de la contaminación, al tiempo que construyen comunidades más resilientes. Estamos muy entusiasmados con la oportunidad que ofrece esta asociación y el trabajo colaborativo que conlleva para avanzar hacia una mejor calidad del aire para todos.
*Para revisar el resumen ejecutivo y conocer la metodología, haga clic aquí.