Intercambio entre merluceros y sardineros para fortalecer las pesquerías

Desde hace 10 años, productores de la pesquería de merluza, localizada en el Golfo de California, se han comprometido con una pesca más sostenible y responsable de este recurso. Ahora, este grupo pretende obtener la certificación del Marine Stewardship Council (MSC) para su pesquería, por lo que se plantearon la posibilidad de intercambiar experiencias con productores de sardina, pesquería que ya cuenta con dicha certificación. 

El objetivo del encuentro, que se llevó a cabo a principios del mes de agosto en Guaymas, Sonora, fue aprender de los sardineros durante el proceso de certificación con el MSC. Entre las y los asistentes se encontraron productores, representantes de OSC´s, así como de instituciones gubernamentales relacionadas con ambas especies comerciales.

Encuentro

Asistentes al encuentro entre merluceros y sardineros.

En nuestro país y el mundo, las pesquerías enfrentan retos: la sobrepesca, los efectos del cambio climático y la falta de ordenamiento pesquero, entre otros. Estos no son temas ajenos a los productores mexicanos, tanto industriales como ribereños. Sin embargo, la oportunidad de escuchar sobre las prácticas y estrategias implementadas en otras pesquerías, puede facilitar notablemente la ejecución de un proceso de mejora pesquera. 

Para abrir el evento, León Tissot, de la Cámara Nacional de la Industria Pesquera, expuso los retos, logros y estrategias organizativas con los que la pesquería de sardina alcanzó la certificación del MSC, un importante indicador otorgado a aquellas pesquerías que cumplen estándares internacionales de sostenibilidad, especialmente en tres aspectos: salud del stock, impactos en el ecosistema, el medio ambiente y gobernanza. 

Tissot recordó que, al iniciar el proceso de certificación, únicamente se contaban 20 barcos sardineros interesados en participar. Sin embargo, al ver las ventajas de contar con la certificación, se sumaron más y actualmente son 48 embarcaciones sardineras las que cuentan con la certificación MSC. En sus palabras, es imposible obtener la certificación si no se cuenta con datos científicos que apoyen la toma de decisiones, una buena organización y el trabajo en equipo entre pescadores, plantas procesadoras y otros actores clave involucrados en la pesquería. 

Asimismo, contar con estándares normativos -tales como una Norma Oficial Mexicana, un Plan de Manejo Pesquero y una Ficha en la Carta Nacional Pesquera- ayudan a mantener vigente la certificación MSC. Para finalizar, destacó que los productores sardineros acuden anualmente con las autoridades para solicitar que éstos inspeccionen los barcos y aprueben que cumplen con las normativas. 

Juan Químbar, Consultor de EDF de México, comentó que en su momento, la pesquería de sardina enfrentó varios retos durante el proceso de certificación. Entre los más difíciles, recordó Juan, se encontraron con el colapso de la pesquería a causa de los efectos devastadores del fenómeno de El Niño, así como la gran extensión del área donde se pesca sardina. La clave para superarlos fue contar con una sólida organización entre los actores involucrados, buscar ayuda de autoridades gubernamentales, crear conciencia y mantener motivado al sector pesquero sobre los beneficios que se obtendrían al alcanzar la certificación. 

Para obtener una certificación de sostenibilidad del MSC, las pesquerías deben cumplir con algunos requisitos. Durante el encuentro, Francisco Vergara, del MSC, expuso dos de los más importantes: realizar una evaluación previa y no tardar más de 18 meses en completar el proceso. Esto quiere decir que, previo a iniciar el proceso de certificación, una pesquería debe tener claro el plan de acción que seguirá y una organización sólida entre las y los actores involucrados. 

Una de las estrategias que los productores de merluza han implementado para fortalecer su pesquería, fue llevar a cabo un Piloto de Calidad, que tuvo como objetivo aumentar la calidad del producto final, a través de mejoras en la infraestructura de los barcos y en los procesos de manejo post-captura. Irma Cervantes, una de las productoras que participó en el Piloto, guió a los participantes del evento a través de su planta procesadora FRUMAR, mientras narraba todos los aspectos que se mejoraron durante este proceso. Los resultados fueron exitosos: los filetes de merluza terminaron por ser visiblemente de más alta calidad, lo cual permitió aumentar su precio comercial.
 

PilotoMerluza

Comparativa entre filete de merluza previo al piloto (izquierda) y posterior al piloto (derecha).

Para finalizar el evento, se llevó a cabo una degustación de sardina y merluza en el restaurante Bonifacios, ubicado en San Carlos. A pesar de que la merluza es una pesquería importante -tanto económica como culturalmente- para el Golfo de California, el 60% de la merluza mexicana se exporta. Es decir, existe una gran ventana de oportunidad para fomentar el consumo de este producto a nivel nacional. La merluza del Golfo de California es un producto comprometido con la sostenibilidad, solo “hace falta que las personas lo prueben y conozcan para que este producto se vuelva popular” como dice Irma. Si aún no has probado la merluza, aquí puedes descargar un recetario para aprender a cocinar merluza en casa

DegustacionMerluza

Platillos de merluza y sardina preparados por el chef Francisco Torres de Guaymas.

Como siguientes pasos, en los próximos meses, EDF de México, junto con otras OSCs, se reunirán con productores de merluza para comenzar el proceso hacia la certificación con el MSC, que otorgará a esta pesquería el reconocimiento de su compromiso con la responsabilidad y sostenibilidad en el manejo del recurso.