Cuando uno de los instructores preguntó “¿cuántos de aquí conocen a un pescador o pescadora?” todo el salón levantó la mano. Las niñas y niños de entre 8 y 12 años que participaron en el curso de verano “Pequeños Guardianes del Mar” se han relacionado con la pesca, los animales marinos y los ecosistemas costeros durante toda su vida.
En Yucatán existe un gran número de recursos pesqueros, lo que ha propiciado que la pesca sea una de las principales actividades económicas en localidades costeras como Celestún, San Felipe, Sisal, Telchac y Progreso. Entre las especies comerciales destaca el mero rojo (Ephinephelus morio) ya que posee un gran valor biocultural y es de las favoritas de los consumidores. Sin embargo, desde hace algunas décadas, la población de este pez ha disminuido paulatinamente. Esto ha puesto en riesgo a los ecosistemas marinos y el modo de vida de muchas familias yucatecas.
En el trabajo con pesquerías, las acciones comunitarias que consideran la participación de las infancias y juventudes no deben dejarse atrás. Prueba de ello fue el curso de verano de tres días “Pequeños Guardianes del Mar”, diseñado por Environmental Defense Fund (EDF México), la Secretaría de Pesca y Acuacultura Sustentables de Yucatán (SEPASY) y el Comité de la Zona de Refugio Pesquero de Celestún. Fue impartido durante el verano de 2024 en las instalaciones de la Reserva de la Biosfera de Celestún de la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (CONANP). Al estar ubicada a unos metros de la playa, la sede permitió que las y los participantes realizaran actividades tanto en interiores como en exteriores.

“El curso no hubiera sido posible sin la participación y compromiso que mostraron tantas instituciones, aliados y padres de familia. Esto demostró que, al fin y al cabo, todos estamos unidos y comprometidos por generar una comunidad resiliente y llena de vida”, mencionó Nadia Olivares, directora de Pesquerías y Océanos Resilientes en EDF México. Entre los contribuyentes se cuentan a la Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia de la UADY, el Instituto Mexicano de Pesca y Acuacultura, Aquatics Group, Reserva Ecológica Cuxtal, Pronatura Península de Yucatán, Escuela Nacional de Estudios Superiores Unidad Mérida de la UNAM, Secretaría de Desarrollo Sustentable, SEPASY del Gobierno del Estado de Yucatán y el Comité de la Zona de Refugio Pesquero de Celestún.

Uno de los objetivos fue que participaran mayoritariamente las hijas e hijos de pescadores de Celestún, con el fin de motivarles a ser futuros guardianas y guardianes de la pesca sostenible y de la enorme riqueza natural con la que conviven en su día a día, incluidas especies comerciales como el mero rojo, la langosta y el pulpo, entre otros. El contenido abarcó temas como: morfología de los peces, especies locales, artes y tipos de pesca, cuidado de perros ferales y domésticos, conservación de los océanos, importancia de las especies ingenieras, protección del ambiente desde una perspectiva local aves silvestres, tortugas marinas, zonas de refugio pesquero y contaminación marina.

Cada módulo fue asistido por expertas y expertos que compartieron su conocimiento a los niñas y niños a través de actividades amenas y aptas para las infancias. El municipio de Celestún brindó su apoyo para crear un entorno seguro durante las actividades al exterior: el avistamiento de aves y cuidado de las tortugas marinas. Por otra parte, muchos participantes ya tenían una enorme familiaridad con los temas: el curso les ayudó a dimensionar lo importante que son los conocimientos que heredaron de sus familias pescadoras. “No queremos que este curso de verano se lleve a cabo solo en Celestún. Queremos que otros municipios y organizaciones lo retomen y se expanda a otras localidades costeras de Yucatán” mencionó René Ramírez, en aquel momento jefe de Departamento en SEPASY.

Para cerrar con broche de oro, las niñas y niños -junto con sus mamás, papás, hermanas y abuelos- disfrutaron un espectáculo impartido por Los Comediantes Cuentacuenteros. Después de divertirse con diversos bailes y canciones, todos salieron con grandes sonrisas. “Mi hijo me preguntó que si lo puedo volver a inscribir el año que viene” indicó una mamá, “Ojalá hubiera durado más días” dijo un niño participante, mientras recogía su bitácora, “No tenía idea de que aquí en Celestún hubiera animales tan bonitos, ahora voy a poner mucha atención cada vez que venga con mi abuelita” mencionó una niña muy emocionada. “Gracias en verdad por tan bonito curso, mi hijo quedo encantado por tantas cosas que aprendió, ya espera con ansias el próximo” mencionó otra mamá durante la despedida. Y es que sí, podemos asegurar de que Guardianes del Mar dejó una huella positiva en los valores de las futuras generaciones y en sus familias.
Desde EDF México compartimos un documento con nuestros aprendizajes, actividades, objetivos y experiencias adquiridas, con la esperanza de que este pueda ser replicado en otras localidades durante fechas vacacionales. De esta forma continuaremos propiciando que las niñas y niños de cada comunidad costera se conviertan en futuras guardianas y guardianes del mar.
El reporte puede consultarse en el siguiente enlace: https://bit.ly/4cCRLE0