La decisión del Presidente Trump de retirarse del Acuerdo de París vivirá en la infamia. Es un cambio de rumbo que desafía toda lógica, ignorando la abrumadora evidencia científica y el consejo de más de más de mil líderes empresariales que le instaron a promover acciones contra el cambio climático y a defender una economía basada en la energía limpia. Abandonar el Acuerdo de París no sólo frenará el incremento de trabajos en energía limpia, también generará más contaminación en nuestro aire, más daños a nuestra salud y ocasionará fenómenos climáticos más extremos y caóticos. Es una movida equivocada en todos los sentidos.
Esta decisión perjudicará a Estados Unidos mucho más que al resto del mundo. Evadir su responsabilidad respecto al cambio climático aislará al país. De hecho, otros líderes globales ya han dejado claro que ellos continúan estando comprometidos en seguir adelante – con o sin los Estados Unidos.
Al abandonar su compromiso, Estados Unidos se une a Siria y Nicaragua, las únicas naciones en el mundo que se han rehusado a firmar el Acuerdo. El Presidente Trump está cediendo empleos a Europa y China. Está debilitando la posición del país para futuras negociaciones comerciales y se está arriesgando a que exista una respuesta negativa por parte de la economía global, lo que perjudicará aún más a los trabajadores y negocios estadounidenses. Es por ello que muchas compañías líderes – y la vasta mayoría de los estadounidenses – se oponen a esta desastrosa decisión. No puede ser la última palabra y lucharemos para ver que no lo sea.
Si existe un lado positivo el día de hoy, es que este es un momento que une y despierta a la mayoría de los estadounidenses que apoyan la energía limpia, la acción climática y la participación de EE.UU. en el Acuerdo de París. Mientras que mujeres y hombres defiendan el futuro de sus hijos y adopten fuentes de energía más limpias en sus propias vidas, se estarán uniendo a un sinnúmero de ciudades, estados, compañías y naciones, en todo el mundo, que están liderando el camino hacia un futuro más limpio y saludable, incluso cuando el presidente de Estados Unidos intenta retroceder. Juntos, podemos tomar acción y control de nuestro propio futuro.
— Fred Krupp, presidente del Fondo de Defensa del Medio Ambiente
Por otro lado, México tiene una gran y apremiante oportunidad para continuar su liderazgo y reducir sus emisiones de carbono y metano. El país ha reafirmado sus compromisos en el marco del Acuerdo de París, lo mismo que otras naciones. Esta tendencia de acción climática ha ido creciendo en la región con la reciente ola de acciones para reducir emisiones de metano dentro de la industria del gas y petróleo en Norteamérica. La semana pasada, Canadá se unió a un conjunto de estados de EE.UU. al proponer las primeras regulaciones nacionales para reducir emisiones de metano en la industria del gas y petróleo, dando muestra de cómo otros países ya están acelerando la implementación de políticas climáticas.
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